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- Imperfección perfecta del momento:
Soy bastante autoexigente y a veces de una forma excessiva. Esto me puede crear dudas al tomar decisiones y alargar el tiempo de trabajo para buscar siempre la forma más perfecta de hacer las cosas. Lo mismo puede que me haya pasado para hacer esta charla. Con la ayuda del coaching he aprendido que la autoexigencia no va ligada a la perfección absoluta y me digo “esto ahora no lo puedo hacer mejor, pero proximamente sí” o “haciendolo así, ahora es un 10 y un 8 de aquí un tiempo”. No hablo de renunciar a hacerlo lo mejor posible ahora, pero no lo puedo hacer tan bien como de aquí un tiempo que tendré más conocimiento, experiéncias... Cuando os queréis comprar un ordenador, no os habéis planteado que al poco ya no será el mejor? Porqué saldrá al mercado uno con más aplicaciones, facilidades, posibilidades... Pero no por eso dejáis de comprarlo, verdad? Yo a veces no lo he comprado, aunque lo necesitara.
Esta nueva visión de la perfección me permite no estresarme cuando miro al futuro. Cuanto más crezco, más largo veo el camino hasta el final; éxito, llegada, plenitud (sin ver el punto final, sólo el camino), y más ganas que siga largo este camino, porque esto significará que tengo més que aprender.
Todos estos conceptos (de los tres articulos) me permiten profundizar en el descubrimiento de mi potencial y a realizar acciones para desarrollarlo: el campo de trabajo del coaching.
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